En nuestro recorrdio en barco por el río Paraguay paramos en la estación biológica Tres Gigantes, una iniciativa privada de la ONG Guyra Paraguay que nuestro viajero paraguayo, escritor y comprometido ambientalista, Sebastián Peña Escobar disfrutó más que nadie.
Sebastián nos regala este texto:
«El gran Pantanal matogrossense es una eco-región de importancia global que comprende en su mayor parte los estados brasileños de Matto Grosso y Matto Grosso Sul, el departamento de Santa Cruz en Bolivia, y el departamento de Alto Paraguay en Paraguay. Se trata de una llanura de inundación originada por una depresión en la corteza terrestre, resultado del mismo proceso que dio origen a los Andes. Considerado el humedal más grande del mundo, está conformado por lagos, lagunas, pantanos, ríos, sabanas inundadas, palmares, bosques secos y cerrados, es fuente primordial del río Paraguay y hábitat de una exuberante biodiversidad.
El Pantanal en si mismo constituye un ecotono sumamente complejo y diverso. En Paraguay algunos lo consideran como una sub-región del Chaco y otros como extensión del Chaco húmedo. Lo bordean eco-regiones como el Amazonas y el Chaco Seco, además del llamado bosque Chiquitano y el Cerrado. Por esta razón, la diversidad de peces, aves y mamíferos que lo habitan es asombrosa..
Rescatada de un pasado de explotación ganadera, el territorio en el que se extiende la Estación Biológica Tres Gigantes se encuentra sobre el Río Negro, arteria emblemática del sector paraguayo del Pantanal. Esta reserva privada de 15.000 hectáreas, ubicada a sólo 40 km del centro de Bahía Negra, funciona como centro de investigación y de turismo sustentable. Posee infraestructura para albergar hasta 10 personas, entre turistas e investigadores asociados.
En los senderos aledaños se pueden observar especies de aves típicas a la zona del Pantanal como el Batará del Matto Grosso (Cercomacra melanaria) y el hormiguero ojirrojo (Pyriglena leuconota). Rondan también el yaguareté (Pantera onca), el ocelote (Leopardus pardallis), la nutria gigante (Pteronura brasiliensis), el hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) y el tatú carreta (Priodontes maximus).
En una zona en la que el avance irrefrenable de la frontera agrícola-ganadera amenaza tanto la diversidad biológica como cultural, esta pequeña reserva se constituye como un espacio estratégico de preservación, de investigación y de promoción del eco-turismo».